Prospectiva política: los militares, que son los verdaderos estados, tomarán los pozos de fácil extracción en todo el mundo

No sé cómo lo habéis conseguido, pero me habéis animado a volver a las trincheras. Con lo bien que se vive en la Inopia, trincando Suntory Yamazaki de 12 años y oyendo música de jazz, a Dexter Gordon, por ejemplo, mientras una mujer hermosa nos acompaña haciendo lo suyo, querer a su hombre y potenciarlo a su mejor versión y sentirse adorada por él. No está Joana tan contenta ahora, mientras me ve aporrear el teclado, anda con cara de pan sin vender y da más vueltas por la casa que un manco en una barca de remos. Sabe que le ha salido un competidor. Las grandes mujeres son celosas no de otras mujeres, a las que superan fácilmente, sino de los ideales del hombre, porque las dejan desnudas y desplumadas como a pollos congelados. Y el amor es como la luna, ojo: cuando no crece es que mengua.

Basta de disensiones. Tomo la palabra, aunque parezca impotente ante el misterio:

Con franqueza viril me permito aseguraros que siempre fue el objetivo de la Covimátrix la reducción de la MOVILIDAD, porque contener la movilidad es contener el consumo de combustibles. La Gran Reclusión (salvajada de tal calibre, que la cuentan en una película y no resulta taquillera por increíble) contuvo el consumo de combustibles en un 20% en España, único país con 3 meses de arresto domiciliario, orgulloso paladín de la pasividad ovejuna. Los españoles siempre hemos exagerado, sea en valor o en servilismo. A la llamada del cíclope electrónico del salón, brillante, dulce y pegajoso como madeja de algodón de azúcar, contesta el borrego como un ludópata al que, de repente, le hubiesen mostrado una baraja. Y si le dicen que haga cola para chutarse un mejunje letal, se pone en fila y ¡que no ose colársele nadie!

España marca el camino: impedir la movilidad exigiendo cada vez más y más condiciones al viajero. El que esté dispuesto a pincharse veneno cada vez que viaja al extranjero, por ejemplo, viajará, pero vivirá poco: Carpe diem. Por eso, las vacunas sirven para que el cuerpo del vacunado se convierta en productor incansable de espículas S, que son la causa de los fallecimientos por Covid por trombosis: asfixia, infarto, embolias y fallos renales. Los caprichosos occidentales, nostálgicos del estado del bienestar y grandes quemadores de combustibles, van a ser covidizados y eliminados. A más dosis de vacuna, más riesgo de morir con la cara azul.

Yo, con la única cabeza de que dispongo, por acuerdo tácito de peluqueros y sombrereros, trataré de razonar con la mentalidad de los miembros del Sanedrín Jázaro Financiero, también llamados los chicos de la Sinagoga, que se creen que el mundo es suyo, que la vida de un goyim tiene menos futuro que un pretérito perfecto y sólo sirve para enriquecerse a costa de su pellejo:

Occidente gasta una media de 15 barriles per cápita diarios/1000 habitantes (unidad en la que compararemos). A Occidente se le aplica la terapia covimátrica para que llegue al final de la corrida a 10 barriles per cápita. Las Cuatro Hermanas que controlan el negocio del petróleo en el mundo son propiedad del Sanedrín Jázaro. Con la franqueza de una motocicleta os digo que no creo en tales casualidades en la vida.

Con Europa, el Sanedrín lo tiene relativamente fácil, abducida como está por la Covimátrix, el gretismo desaforado, el marxismo verde, la inmigración moronegra y el feminismo totalitario, pilares todos del Novus Ordo Mundi. Se activará el transporte de mercancías por tren de alta velocidad y el turismo de larga distancia se hará en coche cama, como lo hacía el Poirot de Ágata Christie de hace 100 años. Y a este atraso le llamarán progreso en la neolengua del doblepensamiento.

La Justicia no tiene nada que decir: con menos escrúpulos que los de un pollo que se papea una cucaracha, los jueces seguirán siendo lentos como glaciares para los grandes mangantes y rápidos como escupitajos de músico para los pobres desgraciados. Y ¡a cobrar cada mes!

EEUU tiene por delante una tarea colosal, pues consume 60 barriles de crudo al día por cada 1000 habitantes. Eso hace que su población de 320 millones parezca ser de 2000 millones, más que La India y todo Asia, excepto Rusia y China. Claro que es el principal productor de petróleo del planeta. Como mejor ve un pez desde un tejado que un millón de águilas desde el fondo del mar, vaticino una gran plaga de enfermedades falsas (o verdaderas) y bloqueos de oleoductos por razones inimaginables que llevarán a a shortages, sembrarán el caos, pero cuya consecuencia será limitar la movilidad. Cuando un bien es escaso y se almacena estúpidamente en el garaje, no se desperdicia. El consumo caerá en picado, amortiguado solamente por los intereses de las petroleras. Porque el Sanedrín Jázaro sigue su agenda a rajatabla con una sola condición: que no se dé un solo paso que le cueste dinero.

Porque el problema del PeakOil, que la derecha descerebrada española se empeña en negar, se alcanzará mucho antes de lo que creen: En cuanto LOS POZOS DE FÁCIL EXTRACCIÓN ESTÉN AL 25% DE SU CAPACIDAD PRODUCTIVA, en su imparable caída, serán tomados por los ejércitos de todo el mundo, pues los ejércitos modernos son completamente inútiles sin petróleo. Sus carros de combate y sus jets ultrasónicos son tan superfluos como una colección de cortauñas inox para un manco. Y sí, efectivamente, esto no lo habéis leído en ningún medio ni a ningún analista, sólo Maldito Hijo de Perra y un par de ácratas más lo vaticinan. Los militares cederán al uso de los estados una parte de la producción para que se muevan los vehículos comunitarios y las élites sigan pegándose la vida padre. ¿Por qué? Porque los pozos no pueden cerrarse, hay que mantenerlos produciendo, aunque sea al ralentí. Es decir, reducirán la producción al mínimo para quedarse siempre, como poco, con 10 veces las reservas que creen que necesitarán en una guerra de aniquilación total futura.

Esto se llama militarizar el negocio del petróleo. Y sí, se trata una dictadura militar, pero diferente a todas las conocidas hasta ahora: será mundial y sectorial. Para los militares de todo el mundo, rivales futuros unos de otros, el resto de los negocios que no sean la industria del armamento y la producción y refino del petróleo les traerán sin cuidado. Pueden seguir siendo democráticos, es decir, explotados por las élites mundiales para que sigan trabajando menos que el desodorante de un moro.

Para los particulares quedarán las tecnologías de prospección y extracción de bajo rendimiento de EROEI, como el fracking, las arenas bituminosas y los nuevos pozos a profundidades abisales en los océanos. Lo que les compensará merced a un precio internacional del crudo por encima de los 500 $ por barril.

El que se conforme con un análisis limitado al consumo per cápita por países es que tiene menos reflejos que el papel secante, pues los países minúsculos como Singapur o Luxemburgo han de consumir relativamente más que uno muy poblado. Lo sensato es seleccionar a los países díscolos: aquellos que consumen desaforadamente a causa de la hiper productividad de los chochos de sus mujeres. Países que quedan claramente reflejados en esta imagen:

Queda claro que el gran problema energético mundial lo representan los dilapidadores EEUU (el 20% del consumo mundial), pero ellos son también los primeros productores de crudo del mundo. En cuanto a China, es la fábrica del planeta y su consumo energético es sobre todo a base de carbón. Por otra parte, el consumo per cápita resulta incomparable. Tras los grandes bloques occidentales, cabe analizar otros superpoblados. Que La India consuma 5 millones y pico de barriles diarios es para el Sanedrín Jázaro insostenible y prospectivamente ruinoso.

El jázaro Alberto Caraco, que se ha hecho famoso gracias a un artículo que publicó acratas.net de alguien que se llama Damian Wahringer, cuya presencia en Internet ha resultado tan efímera como un pedo en un canasto (vino, escribió y desapareció), supo siempre que aquellos países tercermundistas cuyo objetivo fuera incorporarse al primer mundo de bienestar serían exterminados. Y ésa es la «razón de supervivencia» de tanta inmigración de musulmanes-africanos en Europa y de hispanos en EEUU. Huyen del exterminio que se les avecina. Y es la razón de que los gobiernos dictatoriales abunden en Centro y Sudamérica y en África y Asia. Las dictaduras mantienen los consumos bajos para evitar ser objetivo militar de Occidente. Los pocos que intentaron oponerse a esta sentencia fueron masacrados, como Saddam Hussein (colgado) y Muammar Al-Gadaffi (muerto a palos).

El truco de los «derechos de emisión de CO²», otro invento del Sanedrín Jázaro con el que se están forrando, va en la misma dirección: Pagar fortunas a los dictadores y hamelines democráticos con tal de que mantengan el compromiso de impedir el PROGRESO de sus países. Merece el sociópata Sánchez Pérez-Castejón pertenecer al club de los dictadores africanos que tienen a su población más apretados que las tuercas de un submarino: Cobicho, impuestos, peajes en carreteras nacionales, subidas de combustibles y tarifas energéticas, nuevas tasas de todo tipo…. y todo dirigido contra los desgraciados que cobran entre 15.000 y 30.000 € limpios al año. Coche parado criando moho.

Si estos comentarios te han dejado expectante como un condón en bolsillo de cura, añadiré que el futuro está claro: la gran crisis se producirá (se está produciendo ya) en EEUU, pero a un ritmo que viene determinado por diversos vectores que son contradictorios: EEUU es el primer productor de crudo del mundo y, o bien lo consume, o se lo vende a otros países para que lo quemen. EEUU tiene unos hábitos de consumo desaforados que deben reprimirse. La síntesis resultante de estas dos fuerzas contradictorias se concretará en reprimir a la población y ralentizar la producción de crudo tanto como se pueda. Por eso cayó Trump: porque el Sanedrín Jázaro lo vió como a un enemigo de sus planes. Trump renegaba de los recortes y quería poner la industria de los EEUU a trabajar al mejor ritmo. Sus ideas, como las de todos los políticos, eran cortoplacistas, buscaban la reelección. Algún día se hablará de Trump como de un mini-Hitler (no tiene la categoría moral del nazi, por supuesto: Hitler es una figura casi deificada, le guste al Sanedrín o le haga rabiar) que trató de relanzar la industria norteamericana, pero cuyas políticas fueron abortadas «en nombre de la democracia».

Si no veis claro lo que os estoy avisando es que estáis ciegos como pescadillas fritas. Y me voy a comer y a echar la siesta con Joana. No puedo seguir haciéndome el soldado desconocido.

Salud a todos, acratones.

MALDITO HIJO DE PERRA