El nuevo sonajero mediático: «¡Que los rusos entran en Kiev!»

La desvergüenza mediática española es inconmensurable. Todos, prensa y tv, mienten al mismo compás, semifusa arriba o abajo, todos siguen las órdenes de las 6 familias Jázaras que controlan la mayoría de los medios de comunicación occidentales. Estas putas del sistema, las mismas que empujaron a los paisanos rasos a pincharse y pinchar a sus hijos un veneno letal, ahora divierten nuestra atención con un affair más falso que un billete de 11 euros. Por supuesto, con las tecnologías actuales, al alcance de cualquier hijo de vecino, puede conocerse la verdad, sin hacer caso de todas las mentiras que sacuden Internet ahora mismo. Mentiras como que Rusia ha invadido la capital de Ucrania, por ejemplo.

Rusia se ha limitado a defender militarmente a las dos repúblicas que se han declarado independientes de Ucrania, que han sido previamente reconocidas por la Federación Rusa, y que han estado sometidas a un ataque continuado por las fuerzas armadas nazis ucranianas desde el año 2014. Esté eso bien o mal, ahí termina el recorrido del asunto. Exactamente lo mismo que sucedió en Osetia o en Crimea.

Obsérvese el plano adjunto. No tiene ningún sentido que, para apoyar a las repúblicas independientes reconocidas por Rusia, ataque ésta a Kiev. Ni que para ello se combata en Chernóbil, a 130 km al norte de Kiev, con tropas invadiendo desde Bielorrusia. Es completamente ridículo.

Como pocos líderes, Vladímir Putin ha dado una lección de historia a los rusos, antes de iniciar la operación. Es su mensaje a la nación. Vale la pena oírlo por la enorme diferencia de cultura y de lucidez entre el presidente ruso y el norteamericano. Lo he hecho, oírlo, claro.

Por supuesto, no hay disparos en Kiev. Está a 590 km de Donetsk en línea recta. Todo es una ficción de los nacionalistas ucranianos, encabezados por dos jázaros fascistas: el presidente Zelensky y por el alcalde de Kiev. Klitschkó, que están haciendo el mejor trabajo para sus amos de la Mafia Jázara a cambio de mucho dinero y corrupción. Liar una guerra es de lo más sencillo, los ucranianos han desempolvado su nacionalismo y se manifiestan por doquier contra el asesino Putin. También lo he visto.

Los medios escritos y televisados mienten, mientras las webcam de Kiev y de otras ciudades reflejan la total normalidad. No hay tanques, no hay disparos, no hay nada. Lo mismo sucede en Chernobil, más al norte de Kiev. Falso de toda falsedad. Pronto, el gobierno títere de Kiev ordenará cegar esas webcam, así que aprovechad el momento y vedlo con vuestros propios ojos.

En mi opinión, todo es ruido mediático, e indica que hay un acuerdo soterrado entre Occidente y Rusia para «liberar» las repúblicas de Donetsk y Luhansk, probablemete como pago a que Rusia apoyara el ensayo globalista plandémico. Recordemos que Rusia no se ha adherido a la Agenda 2030, incluso cambió su constitución para no admitir el matrimonio homosexual, entre otras cosas.

¿Y qué ha hecho ante la invasión rusa de Ucrania nuestra Europa, dirigida por la asesina de masas Ursula von der Leyen? Nada bueno. Bloquear los dos gaseoductos rusos con los que se alimenta nuestra industria. Un gesto suicida. La OTAN, por otra parte, ni puede ni quiere intervenir en el conflicto.

Occidente se ha limitado a obedecer las órdenes dictadas por Washington: cortar el gas a Europa para que entre en una brutal recesión, pasando su industria a depender de los barcos gaseros norteamericanos por una larga temporada. Los precios del gas pueden doblarse de inmediato. Se está notando en las gasolinares, por supuesto.

Ya se sabe quiénes dirigen la operación: aquellos que se van a forrar con la misma: la industria armamentística norteamericana que ha vendido a Ucrania decenas de miles de millones de USD en armas de combate; las cuatro hermanas petroleras; los traficantes de carne para burdeles y ritos satánicos y la Mafia Jázara londinense, que organiza el genocidio internacional. La mafia que practica al arte o magia negra babilónica de la creación del dinero de la nada.

No apoyo ni dejo de apoyar la invasión rusa, aunque el efecto colateral sea un pequeño paso adelante: las repúblicas, cuanto más pequeñas, más cerca de la democracia directa están. Para lo único que han de unirse las pequeñas repúblicas es para comerciar justamente; para cuestiones de defensa recíproca; y para la moneda común, siempre que esté fuera del circuito de cotización y manipulación de las divisas, organizada por la Mafia Jázara, ésa que arruina a cualquier país con sus hechizos.

Por supuesto, no será así: Donetsk y Luhansk se integrarán en la Federación Rusa y carecerán de independencia. De hecho, seguirán viviendo subvencionados por Rusia, que hace años que compra toda su producción en rublos contantes y sonantes.

Nos mantendremos muy alerta a los cambios en la situación que se produzcan por si rusos o la OTAN modifican su estrategia, aunque dudo que tengamos que cambiar de opinión. También vamos a redoblar nuestros esfuerzos por detener la masacre organizada con las vacunas. Porque de esto va todo el asunto: de distraernos con una lejana guerra de la verdadera guerra que estamos librando con nuestros propios estados genocidas: nuestro problema no son Putin y Zelensky, sino el malévolo Doctor Fake, Pedro Sánchez.

FÉLIX UDIVARRI

NOTAS: 1, Lo anterior no garantiza que la guerra no pueda complicarse mucho. Depende del gobierno fascista de Kiev. De momento, Israel ha conminado a Zerensky a aceptar las condiciones de paz de Putin: desnazificar las instituciones y las calles. Pero EEUU no va a tener en cuenta los deseos de su aliado judío. Lo que indicará que lo de Israel puede no ser más que una pose para la galería, tras la matanza de nazis de la Alemania derrotada durante décadas.

2.

El hijoputa de Sánchez dice que nos va a meter en esa lejana guerra. ¿No se acuerda de la movida que montaron Zapatero, Rubalcaba y la SER cuando Aznar hizo lo mismo en Irak? ¿Qué hay del NO A LA GUERRA del socialismo de 2004? TODOS LOS PARTIDOS SON EL MISMO.

La guerra, con su pestilencia a muerte, es el mejor distractor de atención de la sociedad, bálsamo calmante para la crítica a la corrupción y al crimen de estado. Todos los estados son lo mismo, sin importar que el régimen sea democrático o dictatorial. Fue tanto la solución del asesino de masas Videla con la guerra de las Malvinas, en Argentina, como lo fue de Roosevelt en 1941. Y así hasta la náusea.

De los políticos no cabe ninguna verdad, ninguna decencia, nada que no sea el crimen, la opresión y el despojo.
¡Cuánta razón tiene Tilly cuando habla de creación del Estado como resultado de la guerra y del crimen organizado! Como dijo Maldito Hijo de Perra, los verdaderos estados son sus ejércitos.

Los militares siempre han sido brutos. No se repetirá el trabajo de técnicos gracias a los cuales Hitler fabricó gasolina sintética a partir del carbón por el método de Bergius mejorado por Fischer-Tropsch. Ahora compraremos barcos gaseros norteamericanos cuya carga está en subasta permanente mientras navegan.
«La guerra crea estados. Asimismo, la delincuencia, la piratería, la rivalidad criminal, el mantenimiento del orden público, y la guerra pertenecen todos a la misma realidad: La explotación coactiva jugó un papel fundamental en la creación de los estados europeos; y la resistencia popular a esta explotación forzó al poder a conceder protección y a contener sus propias acciones.» (Charles Tilly)

Prospectiva política: los militares, que son los verdaderos estados, tomarán los pozos de fácil extracción en todo el mundo

3. Ya van decenas de ocasiones en que se nos califica como anarco-capitalistas. ¿Debemos explicarlo? Parece que sí.

¿Qué diferencia hay entre un ácrata y un anarcap o anarco capitalista?

Es muy sencillo. Analizaré solamente un punto:

Ambos, ácratas y anarcaps, creemos en las mismas ideas, en la abolición del Estado, excepto que el anarcap proclama un anarquismo que mantenga las acumulaciones de capital consecuencia del ultraliberalismo de estado. Es decir, las multinacionales con todo lo hecho, asumidos sus crímenes y, a partir de ahora, sin estado. Y eso no es justo. No pueden regularizarse los crímenes de siglos ni edificar nada sobre un fangal de sangre.

En cambio, un ácrata cree en la economía de mercado, no sin antes destruir todo el dinero acumulado por el ultra-capitalismo amparado en el estado mercantil cuyo modelo es el norteamericano. Tabla rasa. Todos pobres de salida, pero ya de salida ricos y con un maravilloso futuro. ¡Y a trabajar!

Un anarcap comulga con la dictadura monetaria de los Rothschild y su clan. Un ácrata destruiría, resetearía a cero todo el dinero de la casta usurera y crearía un renovado sistema financiero basado en el ahorro, aún a riesgo de un crecimiento lento, sin inflación.

4.

No es casualidad que las oligarquías manejen ahora a los estados, sino que es un hecho inherente al propio concepto de estado. El estado es una maquinaria de explotación de los pueblos administrados por esas oligarquías, que son los desdendientes y beneficiarios de la creación del estado desde el bandidaje y la guerra. Es como decir que un asesino de masas no es que sea malo, sino que está loco.

Lee a Charles Tilly, su «Guerra y construcción del estado como crimen organizado», y déjate de explicaciones teóricas difundidas por esas mismas oligarquías explotadoras. Sólo existe una democracia perfecta: la asamblearia en la que todos opinan directamente sobre los asuntos, sin representantes. Y eso solamente es posible en pequeñas comunidades. Aún hoy en día hay municipios en España con régimen de concejo abierto.

5.

EEUU sigue apoyando a los nazis, como es habitual a lo largo de su historia

De todos los bien informados es sabido que el gobierno impuesto por Victoria Nuland (secretaria de estado de EEUU) en 2014, tras la revolución de colores y los hechos dela plaza Maidan, es un gobierno fascista, neonazi, de los seguidores de Stepan Bandera. Ucrania tiene varias etnias: los escandinavos provenientes del norte crearon el Rus de Kiev en el año 800 y pico; la mayoría actual es eslava, como los rusos. La primera colaboró con Hitler enviando batallones al frente ruso (como hizo España con su División Azul). Esos batallones han sido recreados. Dos batallones Azov se incorporaron al ejército regular ucraniano y se han dedicado, desde 2014, a hostigar y bombardear las provincias de Donetsk y Lugansk, en el Donbass. De hecho, la «invasión rusa» es para liberar a esas provincias convertidas y reconocidas por la Duma como repúblicas. Y por eso los combates son en Maripol, y no en Kiev.

El apoyo americano a los nazis se evidenció en 1931, aupando a Hitler al poder. ¿El objetivo? Detener a la URSS y su expansión revolucionaria en Europa. EEUU no invadió Europa hasta que las imparables tropas de Hitler titubearon en el frente ruso. En ese momento, los hipócritas del Pentágono corrieron a «salvar a Europa del fascismo». En realidad, las tropas alemanas derrotadas se unieron a los americanos de inmediato para detener la invasión rusa. Como los americanos intervinieron tarde, la URSS se comió media Europa.

No hablemos de apoyos de menor enjundia de los EEUU al fascismo en Sudamérica: Argentina y Chile, por ejemplo.

Como la mayoría de los habitantes de España son brutalmente incultos, de todo esto no saben nada. Pero, al margen de que no hay estado bueno, para la cosmovisión de los españoles, en la guerra de Ucrania, los rusos son los demócratas y EEUU, el gobierno de Zelensky (un actorzuelo de series de TV, cocainómano empedernido, judío y fascista, toma ya) y la OTAN representan al fascismo más feroz del siglo XXI.

Comenten si les apetece. Incluso los borregos que se tragan a pies juntillas las mentiras de la tele, que son los mismos vacunados a pauta completa con sus tres banderillas de grafeno, gente de sangre espesa, torpes y de nabo impotente a causa de un fallo en la hidráulica sanguínea (gracias, LetalFantasy).

Salud y acracia.