AVISO a Felipe VI: «Ahora, Franco; luego vas tú. Que Letizia vaya haciendo las maletas».

El acoso a la Corona del Rey Felipe ha empezado su última fase. En Cataluña se le tiene por un absolutista cuyo poder hay que derribar. Arden sus fotos, se queman muñecos uniformados y coronados. Igual que en el País Vasco. En el año 2017, Felipe vio en peligro su trono porque Rajoy no hacía nada para mantener la integridad territorial, que es responsabilidad constitucional del Rey. Y se lanzó a su lucha, con el discurso del 3 de octubre, con la amenaza del Ejército que comanda. Sabe que van a por él.

Ahora, el PSOE, al que tanto le hizo la pelotilla el Rey Juan Carlos, acaba de descalzar a la corona en su legitimidad. Efectivamente, fue Franco el que dejó como heredera del Régimen a la Monarquía de su protegido Juan Carlos. Si Franco ha salido del Valle (lástima que no pudo ser el 20N, 44 aniversario de su óbito) es porque la venganza las razzias sobre el Régimen han comenzado. La Transición ha muerto, al ser considerada ilegítima. Fue Juan Carlos el que ordenó enterrar a Franco en el Valle, en contra de su propio testamento.

Cuando el Gobierno y sus corifeos gritan: «¡Ha sido un triunfo de la democracia!», lo que expresan a las claras es que, hasta ahora, España no era una democracia. Es decir, dan la razón a ETA y a los independentistas catalanes. Lo que no debe extrañarnos, porque encaja perfectamente con toda la política que sufrimos en estos meses. La Transición ha muerto. El espíritu de reconciliación nacional, acabado.

Con la Transición muerta, nada se opone legítimamente a la federalización de España, que es deseo, confeso mil veces, del PSOE.

El momento será cuando los dos tripartitos golpistas en ciernes, tripartitos de Esquerra Republicana, Partido Socialista y comunistas Unidas caviar, manden, hagan y deshagan en Cataluña y el Estado. Estirando la cuerda desde los dos extremos, se proponen romperla.

Entonces, Felipe habrá de decidir si se va al exilio o si convence al Ejército de que lo mejor políticamente hablando es una España federal monárquica, al estilo del Reino Unido (donde aún la jefe del estado australiano es la reina Isabel II).

Preparaos para que se apruebe, queráis o no, una constitución opresora hasta la asfixia, porque nada se hace para mejorar la condición social de los tolerantes españoles. La herencia franquista ha sido borrada poco a poco, las leyes protectoras de derechos de los trabajadores, el sindicalismo heredado del Vertical, las leyes de alquileres, los impuestos bajos, el Estado mínimo, pero duro. El español de clase media ha pasado de no tener que declarar a Hacienda a ser saqueado por los impuestos directos e indirectos brutales, por tasas mil, por servicios privatizados agobiantes, por alquileres estratosféricos que le impiden independizarse de sus padres… eso sí, tienen un móvil para entretenerse y parecer un zombi todo el día. Puede liarse unos canutos al llegar a casa para olvidar. ¡Y puede tomar por culo cuanto quiera! Porque lo que es pillar pareja femenina, lo tiene muy mal.

ACRATAS