El Estado español desaparecerá. En poco tiempo. Con todo el espectro político del R78 en connivencia. El proceso de liquidación de la soberanía española se evidencia a ojos vistas. Sometido a dos fuerzas destructoras:
Su dilución en Europa:
Fronteras
Moneda
Ejército
Hacienda
Política exterior
Su descomposición autonómica:
Estados federalizantes, con ejecutivo, legislativo y judicial propios.
Policía autonómica
Educación nacionalista
El pseudo-federalismo autonómico actual desembocará inexorable en estados independientes, no será posible la federación de estados tan heterogéneos como Cataluña y Castilla (hoy conviven federados de facto, y no funciona). La destrucción actual siempre formó parte del espíritu de la Constitución de 1978, impuesta por EEUU e inspirada por Alemania.
El sistema democrático español del R78 es de juguete. Una democracia ficticia:
–Listas de partido >>>> Ausencia de representatividad.
–Elección de los presidentes por los parlamentos >>>> Inseparación de poderes.
–Y es evidente que la dependencia llega hasta el poder judicial a través de la fiscalía y los nombramientos de jueces y magistrados.
La deriva de toda partitocracia de poderes inseparados es la corrupción desenfrenada, como se evidencia tanto en España como en todas sus autonomías. La consecuencia es la inviabilidad económica del régimen, con una deuda pública impagable que acelera su sometimiento a Europa.
También sucede en la mayoría de los estados europeos, es verdad. Pero son aquellos que perdieron la II Guerra Mundial. Los ganadores disfrutan de un sistema democrático: Francia y Reino Unido, evidentemente. ¡Pero también Rusia, a pesar de haberlo logrado tras la caída de la URSS!
El bisagrismo, fuente de estabilidad del R78, ha exasperado a los españoles. Por eso, junto a PP y PSOE, han aparecido bisagras nacionales, Ciudadanos y Podemos, para dejar inoperantes las bisagras autonómicas. La bisagra catalana –CiU– reaccionó a su defenestración con el proceso independentista. Decidió en 2012 que 40 años de partitocracia habían debilitado tanto a España que podía iniciarse el asalto definitivo a la soberanía.
Era el momento oportuno. Cataluña es irrecuperable para España ya hoy. Igual que el País Vasco. Navarra, el Reino de Valencia y Galicia serán irrecuperables en pocos años.
Las elecciones autonómicas del 21-D van a dar la puntilla al R78 y al Estado español. Hablando en clave popular, el tercio silencioso catalán va a decidir las elecciones en favor de la independencia; y en clave partidaria, los Comunes ya han girado hacia el independentismo, volcando las encuestas al 60/40.
La clave es y seguirá siendo el victimismo y la manipulación mediática, perfectamente diseñados por la Open Society de la Fundación Soros. «Por el victimismo al éxito», al modo que acostumbra el sionismo internacional.
Lo que sucederá si ganan los independentistas es que el art. 155 se mantendrá operativo sine die, vigilante de gastos, haciendas, policías y educaciones. Una autonomía vigilada, bajo amenaza. Lo que implica que el régimen autonómico del 78 ha colapsado. Y también sucederá que los presos no saldrán de la cárcel jamás, como permanente advertencia.
Ha llegado el momento de reclamar en toda España una verdadera democracia. ¿Qué podemos perder, aparte del miedo?
ÁCRATAS
ANÁLISIS SINTÉTICO