
Ácratas opina que, en efecto, Aznar se equivocó eligiendo a Rajoy; pero que se habría equivocado exactamente igual si hubiera elegido a cualquier otro. Porque el error consiste en designar a un sucesor cuando uno decide dejar libre un cargo político. Es un error suplantar el derecho democrático de elección del líder desde las bases del partido. Es un error ciscarse en la Constitución que dice uno defender, que prescribe la imperativa democracia interna de todos los partidos políticos. En resumen: es un gran error cagarse en la democracia y limpiarse el culo con la Libertad Política.
Por cierto: también El Mundo podría afligirse un poco por su falta de denuncias al respecto, ¿no?